Petróleo, humo y espejos (Oil, smoke & mirrors) (Crisis Libia)
Temática: Pico del Petróleo
Duración: 49 m
Año: 2006
País: Estados Unidos
Idioma: ESP
Dirección: Ronan Doyle
Guión: Ronan Doyle
Producción: Ronan Doyle
Co-Producción: Ronan Doyle
Edición: Ronan Doyle, Ronan O’Murghasa
Cámaras: Andy Smyth, Ivan Mc Cullough,
Declan Lynch, Ed Godsell, Ian Slevin
Animación y Gráficos: Donal Caulfield
Música: Naphta
Lista de
personalidades entrevistadas:
Richard Heinberg, Periodista y Activista
sobre el Peak Oil (EEUU)
Colin Campbell, Geólogo. Ex-asesor de
Shell, Fina, Mobil, Exxon y Total. (Alemania)
Julian Darley, Periodista e invest.
Fundador Post Carbon Institute de Vancouver.
Michael Meacher, Parlamentario de GB,
Ex-ministro Medio Ambiente.
Chris Sanders, Economista y Político.
Sanders research Associates.
Paul Roberts, Periodista y autor del libro
“El fin del Petróleo”.
Andreas Von Bulow, Ex-ministro de Alemania
de Ciencia y Tecnología.
Philip J. Berg, Abogado, investigador “por
la verdad del 11S”.
Christopher Bollyn, editor en Europa de
American Free Press.
Nafeez Mosaddeq Ahmed, Analista político,
autor “La guerra contra la verdad”.
David Shayler, Ex-oficial antiterrorista
del MI-5 británico.
Si la problemática del
siglo XXI, Decrecimiento energético y cambio climático, no nos permiten una
reflexión profunda sobre lo que se nos viene encima, es seguro se nos agolparan
algunas cuestiones de “fe” que tratan de resistirse al derrumbe que se
vislumbra. Fe en la ciencia y en la tecnología que serán capaces de aportar
soluciones, fe en la democracia y en la política que sabrá dar respuesta a los
retos que se nos plantean… Fe en la administración de la muerte, como dice
Agustín.
El consumo energético
mundial depende en aproximadamente un 80% de los combustibles fósiles,
llevándose el petróleo, que está haciendo pico, la mitad de este porcentaje. El
restante 20% se reparte entre nuclear, renovables, hidroeléctrica y biomasa
fundamentalmente. Si nos planteamos la sustitución del petróleo y del gas que
hará pico en diez o quince años por otras alternativas como las renovables, la
nuclear, etc en un escenario de crecimiento, simplemente no será posible tal
sustitución. Claro que esta fe también nos habla del milagro del hidrógeno, de
los biocombustibles, de la fusión nuclear…
Pero la cuestión no es
tanto encontrar otras fuentes de energía, que de momento no hay alternativas,
sino la de cambiar drásticamente el modelo de consumo, es decir, cambiar
nuestro modelo de vida. Este modelo de despilfarro y continua demanda creciente
de recursos no puede más que llevarnos a un callejón sin salida. Un cambio
difícil por ser esta la lógica interna de la economía de mercado y, en el
fondo, la que tenemos interiorizada los ciudadanos del llamado “mundo
desarrollado”. Pero, o se cambia este modelo o llegará el momento en que las
cosas simplemente rompan por todas partes y nos encontremos con sorpresas muy
desagradables. Situaciones que en esta sociedad de consumidores no seríamos
capaces de asimilar. Y suele ser en estos escenarios cuando actúa el lado más
oscuro del ser humano.
En el mundo rico, en el mundo anglosajón,
no veo la posibilidad de que la masa social vaya a abrazar pronto ésta teoría,
pero debido al imperativo geológico, ocurrirá el pico del petroleo, le gusta a
la gente o no.
“Humo y Espejos del
petróleo” ofrece una crítica preocupante de nuestra historia reciente,
percibida de las circunstancias globales actuales, y de nuestro futuro común a
la luz de la inminente y mal representada, de las limitaciones de la producción
de energía.
A través de una serie
de impresionantes entrevistas sinceras fundamentadas y articuladas, la película
sostiene que los hechos que rodean el “bizzare” de los ataques del 9/11, y la
politizada igualmente “bizarra” de la llamada “guerra contra el terror”, puede
ser más creíble, entendida en el más amplio contexto de una divergencia
fundamental entre la inminente decrecimiento, disponibilidad y demanda mundial
de petróleo.
La producción global de petróleo llegará a
su cenit y la economía global quedará devastada, veremos guerras por petróleo,
todo cambiará como consecuencias de ello, y sin embargo, la gente no hablará
del cenit del petróleo, hablarán de las cifras del desempleo, de los elevados
precios de los alimentos, hablarán de que no pueden viajar en avión porque toda
la industria aérea se habrá hundido, sólo quedarán unas cuantas compañías en
funcionamiento y los billetes tendrán unos precios astronómicos, hablarán de la
última guerra o del último incidente terrorista, y habrán perdido totalmente de
vista lo que fue la causa de todos esos efectos.
El cuadro “El
petróleo, humo y reflejos” es una pintura trágica del orden mundial establecido
por la cultura política global, que, por alguna razón, se desvincula de los
valores que dice representar.
Mientras que las ideas
presentadas en esta película puede parecer intimidades al principio, es la
afirmación final, de que estos retos de hechos pueden ser superados, si y sólo
si, somos conscientes de lo que está ocurriendo y hacia dónde caminamos.
“El petróleo, humo y
reflejos” es una producción independiente. El productor no tiene ni asociación
con, ni afiliación a ninguna organización política.
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